3 de febrero de 2016

España (1320-1440)

Mapa de la actual España en el año 1330
Resumen de lo publicado. Luego de la etapa de dominio romano, en el siglo V tomó el poder el pueblo visigodo. En el año 711, el Imperio Musulmán conquistó la mayor parte de España, excepto las montañas del noreste, donde se refugiaron los cristianos. Luego de casi un siglo de resistencia, los cristianos formaron los primeros reinos españoles: Navarra, Asturias, Castilla y Aragón. Al gobierno musulmán en España se le llamó emirato o califato, y la capital era la ciudad de Córdoba. En el siglo XI, el califato de Córdoba se había fracturado y se formaron "taifas" (pequeños reinos) independientes. La más poderosa fue la de Sevilla. Tras la desaparición del califato, intervinieron en España tres imperios de África: almorávides, almohades y benimerines. Los almorávides unificaron la parte de España que había sido dominada por los musulmanes, pero su imperio rápidamente se fraccionó. Los almohades se extinguieron en el siglo XIII. Cataluña y Aragón se unieron en 1137. El siglo XIII fue una época de grandes conquistas para los reinos españoles, que se unieron a partir de la batalla de las Navas de Tolosa (1212) terminaron con la sumisión de los musulmanes. Alfonso VIII de Castilla (1158-1214) encerró a los musulmanes en la región de Andalucía y estrechó relaciones con otros estados europeos. Fernando III de Castilla (1217-1252) incorporó Córdoba, Sevilla y Murcia a los dominios cristianos, dejando a los musulmanes solamente la ciudad de Granada. El poder de los reyes se reducía por la cantidad de riquezas que ofrecían a los caballeros del ejército por su participación en las guerras. En algunas ciudades, como Zaragoza y Barcelona, existía una gran actividad mercantil, y allí fue formándose una clase social (llamada burguesía) de comerciantes que comenzaban con pequeñas riquezas pero acumulaban posesiones hasta conseguir mucho poder económico, al punto que podían prestar dinero que luego debía ser devuelto con intereses (o sea, más de lo que se había prestado). Hacia mediados del siglo XIII se había producido una división político-territorial que fue llamada la España de los cinco reinos: Reino de Portugal, Reino de Navarra, Corona de Castilla, Corona de Aragón y Emirato de Granada. Alfonso X el Sabio (1252-1284) descuidó el gobierno de la Corona de Castilla, pendiente de ocupar el trono del Imperio Germano. Lo destronaron, pero fue una de las personalidades más sobresalientes en el plano cultural. La Corona de Aragón, en tanto, fue ocupada por Jaime I el Conquistador (1213-1276), que dividió posesiones entre sus dos hijos. Existió un clima de cierto "bienestar", en el que aumentó la población y hubo mayor estabilidad política, hasta el siglo XIV, cuando Europa sufrió una gran hambruna y la terrible peste negra, que mató a un tercio de su población. Para sostener los gastos administrativos, los reyes aumentaron el valor de los impuestos, lo que generó numerosas protestas de campesinos.

¿Cómo sigue la historia? El período acontecido entre los años 723 y 1400 es conocido como "la reconquista española". ¿Por qué? Porque las tierras que ocupaba el pueblo visigodo habían sido conquistadas por musulmanes; y luego distintos reinos cristianos (que conformarían España) comenzaron a luchar para "reconquistar" esos territorios.

En el año 1328, Navarra volvió a ser un reino independiente, luego de separarse de España, por lo que la península seguía dividida en cinco pueblos: Portugal, Castilla, Aragón, Navarra y Granada.

Castilla no atacaba Granada, único emirato musulmán, por los beneficios que obtenía en las relaciones comerciales. Por lo tanto, se puede decir que la reconquista fue detenida curiosamente por los españoles; el dinero ya valía más que la religión.

Alfonso XI (1312-1350) fue un importante rey para Castilla, ya que consiguió darle mayor orden al reino. Inglaterra y Francia intentaban influir en la política castellana, y los franceses apoyaron la asunción de Enrique II de Trastámara (1366-1379), nieto ilegítimo de Alfonso.

El Reino de Aragón, en tanto, mantuvo intensas relaciones con la ciudad de Sicilia. Alfonso III (1285-1291) fue capaz de ayudar al sultán de los mamelucos de Egipto ante una invasión de cristianos a cambio de riquezas. ¿Ya dijimos que el dinero valía más que la religión? Pedro IV (1336-1387), por su parte, consiguió la corona de Sicilia, acrecentando el poder aragonés.

A mediados del siglo XV, la península ibérica se convertiría en la región más poderosa de Europa.

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