28 de diciembre de 2016

Inglaterra (1461-1553)

Enrique VIII, rey de Inglaterra 
Resumen de lo publicado. Inglaterra fue ocupada desde hace unos 2000 años, sucesivamente, por celtas, britanos y el Imperio Romano. En el siglo V, distintos pueblos dividieron el territorio en siete. A finales del siglo VIII, los siete reinos quedaron reducidos a tres: Wessex era el más poderoso. En el año 810, los vikingos daneses dirigieron sus expediciones de saqueo hacia Inglaterra. Así comenzó la lucha entre vikingos (o normandos) y sajones (quienes vivían en Inglaterra). En el 878, los normandos crearon su propio reino en el este. Los sajones fueron recuperando el territorio y expandieron su dominio por Escocia y Gales. En 1017, las tropas danesas arrasaron Wessex, que pasó a ser provincia de Dinamarca. Eduardo III el Confesor (1042-1066) lideró al ejército que recuperó la independencia de Inglaterra; pero un normando, Guillermo el Conquistador (1066-1087), lo derrotó y se proclamó rey. Durante el reinado de Guillermo el Rojo (1087-1100) se inició el debate entre la burguesía (comerciantes que tenían más dinero del que necesitaban), las autoridades religiosas y el pueblo, que derivaría en la creación del Parlamento, en el que representantes de cada sector discutían las decisiones del gobierno. A fines del siglo XII, Francia e Inglaterra comenzaron a enfrentarse. La guerra terminó con la pérdida de los ingleses de los dominios que tenían en Francia, excepto Aquitania. Arruinado por los gastos que había generado la guerra, el rey Juan Sin Tierra buscó el apoyo del papa Inocencio III y le entregó parte del territorio inglés en 1213. La clase alta y la burguesía se opusieron y lo obligaron a firmar la Carta Magna (1215), que los favorecía. Enrique III (1216-1272) fue obligado a firmar el Estatuto de Oxford (1258): las decisiones del rey tenían que ser aprobadas por los nobles. Inglaterra se convirtió así en modelo de una nueva forma política: la monarquía constitucional. En el siglo XIV, el parlamento adquirió su forma definitiva, dividido en dos cámaras: los Lores (clase alta, de familias poderosas) y los Comunes (comerciantes con riquezas). Eduardo I (1272-1307) conquistó Gales e intentó hacer lo mismo con Escocia e Irlanda, pero no pudo. Los comerciantes (burgueses) fueron acumulando riquezas y accediendo al ámbito político. Eduardo III (1327-1377), fue testigo del comienzo de la Guerra de los Cien Años (1337-1453), larguísimo enfrentamiento entre Inglaterra y Francia. La primera gran etapa de la guerra terminó en 1347, por la peste negra. Al reanudarse la lucha, los ingleses parecían consolidar sus posesiones en Francia. Entre 1380 y 1413, la guerra se suspendió y eso permitió mayor estabilidad social. Enrique V (1413-1422) reanudó la guerra y murió casi al mismo tiempo que el rey de Francia, Carlos VI, por lo que los dos tronos quedaron vacantes. Enrique VI (1422-1461) recibió las coronas de Inglaterra y Francia a los ocho meses de edad. Los ingleses quisieron unificar los territorios y atacaron Francia, pero fueron derrotados por el ejército liderado por Juana de Arco. Así, en 31 años, Inglaterra perdió casi todos sus territorios en el extranjero.

¿Cómo sigue la historia? La Guerra de las Dos Rosas (1455-1487) fue un enfrentamiento entre las dos familias más poderosas de Inglaterra, que querían imponer a su rey: los Lancaster (tenían una rosa blanca como símbolo) y los York (rosa roja).

Por culpa de ese choque, que incluyó batallas y muertos,  Inglaterra se fue debilitando durante más de tres décadas. Se impusieron los Lancaster, que designaron como rey a Enrique VII Tudor (1485-1509). A él, para conseguir la paz en el reino, lo casaron con Isabel, de la familia York.

El sistema de gobierno se hizo más complejo, ya que se agregaron nuevas instituciones: el Consejo, la Common Law, el Juez de Paz y el Jurado. Enrique acordó una alianza militar con España que duraría más de medio siglo.

Enrique VIII (1509-1547) tuvo seis esposas (una de ellas fue la conocida Ana Bolena) y utilizó sus conflictos matrimoniales para terminar su relación con la Iglesia católica romana (no le concedía un divorcio) y crear una institución inglesa: la Iglesia anglicana. Esta modificación se dio en medio de un gran movimiento que influyó en casi toda Europa, conocido como Reforma Protestante.

Uno de los principales opositores a Enrique VIII fue Tomás Moro, autor del libro Utopía.

Eduardo VI (1547-1553) fue coronado a los 9 años y duró poco como rey. El Consejo, que tomaba las decisiones en su lugar, aumentó el apoyo al movimiento protestante.

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