7 de marzo de 2017

Japón (1467-1582)

Retrato del emperador Oda Nobunaga
Resumen de lo publicado. Japón está compuesto por 4068 islas. El Estado japonés (o sea, la unión de la mayoría de esas islas mediante leyes comunes) comenzó a crearse alrededor del año 300. Hasta el 700 hubo un período de expansión. Esto significa que el gobernante invadía nuevas islas. En el año 702 se compilaron las leyes en el llamado Codigo Taího, que, con reformas, perduró hasta 1912. Durante el Período Nara (710-794) se instauró un gobierno burocrático. El Estado contrataba a muchas personas que no generaban nada sino que controlaban que se cumplieran las leyes. Dicen los historiadores que fueron buenos años para Japón, de "prosperidad". En el Período Heian (794-1185), los japoneses dejaron de tomar como modelo a los chinos y crearon una cultura propia. En esa época aumentó la corrupción en el Estado. Los clanes (familias numerosas, poderosas y con objetivos comunes) llegaron a tener tanta importancia como el emperador en la época de Michinaga-No-Fujiwara (996-1027). El clan Fujiwara fue perdiendo poder, y otros clanes lucharon para imponer sus deseos: los Taira y los Minamoto, que al final se quedaron con el gobierno de Japón. El "Shogunado de los Minamoto" perduró entre 1185 y 1333. Se llamó shogunado porque el cargo principal era el del shogun, líder de las tropas, y el emperador sólo era una figura decorativa. El shogún lideraba a los samurais, guerreros con estrictos códigos morales (no significa que eran códigos morales justos, sólo "estrictos"). Entre 1219 y 1221 hubo una guerra entre los Minamoto (el shogún y sus samurais) y el clan Hojo (el emperador y sus funcionarios). El triunfo de los Minamoto dejó en claro que el emperador ya no tendría ningún poder en las décadas siguientes. Durante el siglo XIII, se popularizó el budismo. En 1274, el Imperio Mongol invadió Japón. Fue una batalla épica donde los samurais probaron sus fuerzas ante un gran ejército que los sorprendió con estrategias desconocidas. Las condiciones climáticas ayudaron a los japoneses, que expulsaron a los invasores. La segunda y última invasión de los mongoles fue en 1281, pero casi no bajaron de sus barcos: un viento de tremenda fuerza los atacó y huyeron llenos de terror. A principios del siglo XIV, el clan Hojo se enfrentó a un intento de restauración imperial (querían que el emperador fuera de otra familia), liderado por Go-Daigo (1318-1339). Go-Daigo se proclamó emperador, huyó con las insignias imperiales y retornó a Japón en 1333. Los Hojo enviaron a su principal general, Ashikaga Takauji, a capturarlo, pero Takauji los traicionó y se alió con el emperador. Finalmente, los ejércitos de Go-Daigo, de Takauji y de otro guerrero llamado Nitta Yoshisada pusieron fin al clan Hojo. Cuando Ashikaga Takauji fue proclamado shogún, comenzó el período Muromachi (1336-1467). El shogún consideró que el emperador no le dio suficientes riquezas y poder por su ayuda, así que pronto se convirtió en su rival, lo derrotó y nombró a otro emperador, Komyo. Durante 50 años existieron dos cortes imperiales: una en el sur, hacia donde huyó Go-Daigo tras su derrota; y otra en el norte, donde se mantuvo Takauji. Recién en 1392, gracias a la intermediación del shogún Ashikaga Yoshimitsu, ambas familias se reconciliaron y se unificaron.

¿Cómo sigue la historia? Durante el shogunado de Ashikaga Yoshimasa (1443-1474) se produjeron muchos conflictos. Primero, una guerra civil (enfrentamiento entre grupos que viven en el mismo territorio para imponer sus deseos). Luego, una rebelión del pueblo como forma de resistir a los criminales impuestos exigidos por el shogún.

Por eso, a esos años (1467-1573) se los engloba bajo el nombre de período Sengoku, que significa Estado de Guerra. Nadie tenía el poder principal: en cada región gobernaba el más poderoso, el que podía someter a los demás. El gran objetivo era ser dueño de la mayor cantidad posible de tierras, para después explotarlas económicamente y enriquecerse. Ese sistema es conocido como feudalismo.

Entre 1568 y 1574, un hombre llamado Oda Nobunaga lideró a un ejército que fue derrotando a los líderes más poderosos, incluyendo al emperador. Durante su gobierno (1574-1582) ordenó construir caminos y puentes; y dispuso que se pagaran impuestos según la riqueza de cada familia. O sea, hizo más que casi todos los anteriores, aunque también mostró intolerancia religiosa (persiguió a los budistas). Finalmente, fue traicionado por uno de sus ayudantes y se suicidó.

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