26 de noviembre de 2016

Hundan el Belgrano (obra de teatro) [2015-2016]

Hundan el Belgrano es una obra de teatro escrita por el inglés Steven Berkoff. En este texto hablaremos sobre la puesta en escena realizada en la Argentina en 2015 y 2016.

Es imprescindible una aclaración inicial: Hundan el Belgrano depende demasiado del espectador. De los conocimientos previos que traiga y del nivel de atención que pueda sostener ante un texto complejo y atropellado.

Aquellos que desconozcan el contexto en el que se produjo la Guerra de Malvinas se perderán la mitad del sarcasmo, las inteligencias y los detalles en los diálogos. Los que casi no tengan conocimiento sobre la guerra, quedarán prácticamente fuera del disfrute. El espectador ideal es, intencionadamente, quien no necesite explicación sobre qué fueron Margaret Thatcher, la intervención a Nicaragua, los laboristas, los Tory o la Guerra Fría.

¿De qué se trata Hundan el Belgrano? Es una sincera y cruel versión de la mirada británica sobre la guerra. Más específicamente, sobre los pasos previos a la injusta decisión de destruir un barco argentino repleto de adolescentes y que no representaba peligro.

Los diálogos no son realistas: navegan entre el grotesco y la cárcel de la rima: buena parte de los diálogos originales (en inglés) estaban escritos con rasgos de poema, y la traducción al castellano respetó esa estructura.

Dicho todo esto, la obra pareciera una ensalada difícil de ensamblar, pero no es así: está unida por el hilo de Amargas Cachas, burlón nombre que recibe Margaret Thatcher en la obra.

Interpretada por diferentes actrices que refuerzan distintas características de la primera ministra de Gran Bretaña entre 1979 y 1990, ella es el foco de la obra y a su alrededor giran las posturas (afortunadamente encontradas y hasta opuestas) de su gabinete, de los malvinenses, del gobierno argentino y el estadounidense, del partido laborista, de la Iglesia y hasta de los soldados ingleses destinados a ejecutar un terrible crimen.

Si el espectador tiene tiempo, es inmensamente recomendable que googlee "Guerra de Malvinas" antes de ver la obra y sume todos los conocimientos posibles. Si no hay tiempo ni ganas, la propuesta es no pensar a la obra en escenas, no tratar de comprenderla parcialmente, sino intentar asimilarla como un todo. Porque la obra es un todo: es una respuesta.

Hundan el Belgrano es la posible respuesta que ofrece Berkoff a una pregunta que todavía arde en la historia argentina: ¿por qué los ingleses decidieron hundir al Belgrano cuando la guerra recién empezaba y, además, tenían muchas posibilidades de ganarla?

Mucho más interesante resulta que esa visión, nacida en un cerebro inglés, podamos verla en la Argentina, prolijamente interpretada, cuando muchos excombatientes todavía caminan entre nosotros. ¿Habrá algún argentino capaz de no sentirse incómodo, cuestionado, o hasta enojado al ver sobre el escenario a un grupo de argentinos gritando "¡Inglaterra, Inglaterra!"? ¿Habrá algún ser humano capaz de no conmoverse con el cañonazo final de la obra, que nos atraviesa ya no como argentinos, sino como especie?

De Hundan el Belgrano se realizaron 10 funciones en 2015 y se completarán otras 5 en 2016. La última será el sábado 3 de diciembre. Vayan, o crucen los dedos para que la obra siga en cartel en 2017. No todos los días tenemos la chance de entender un poco más sobre la única guerra que sufrió la Argentina en el último siglo.



2 de noviembre de 2016

King Kong (película de 1933)

King Kong es una película dirigida por los estadounidenses Merian Cooper y Ernest Schoedsack. Fue estrenada en 1933 y dura 100 minutos.

Anteayer invité a mis amigos Leandro y Diego a ver la versión doblada al español. Pero no al castellano nuestro: al español de España. Nos divertimos, pero solamente por lo gracioso del doblaje, las incoherencias de la historia y los (ahora rústicos) efectos especiales.

Se trata de un director de cine que viaja a una misteriosa isla para filmar una película y, de paso, ver si confirma el mito de la existencia de un gorila gigante.

Imagino que si hubiera visto la película solo, me habría aburrido como un hongo. La historia es lenta, enojosa y muy Hollywood: todo apunta a la espectacularidad; a engrandecer a Estados Unidos y dejar al resto del Universo como inferiores; y a dejar claro que el lugar de la mujer es calentar a los hombres.

En definitiva, les diría que no la vean. O que la vean, en todo caso, para comprobar estas críticas o para decir "yo vi la King Kong original".

Podés ver la película en esta página

1 de noviembre de 2016

Aguafuertes porteñas (Roberto Arlt) [1933]

Aguafuertes porteñas es una recopilación de textos escritos por el argentino Roberto Arlt que fue publicada en 1933. La edición que leí tiene 215 páginas.

Aunque, en realidad, no lo terminé, porque no me gustó. Había leído El juguete rabioso, también de Arlt, y me había gustado, pero Aguafuertes porteñas es otra cosa.

Son artículos de tres páginas que Arlt escribía para diarios y revistas, en los que criticaba (casi siempre negativamente) distintos aspectos de la vida en Buenos Aires. Y ese es el problema: sólo criticaba. Se quedaba en la crítica sin proponer nada mejor. Se subía a un pedestal, en el que parecía el único inocente, y agredía las acciones de casi todos los demás.

Entiendo que en esa época tal vez no era tan malo lo que hacía Arlt. Pensemos que, en la década del 30, en los medios de comunicación se escribían cosas siempre correctas, respetuosas de "la moral y las buenas costumbres" y todas esas gansadas. Entonces era interesante que alguien rompiera eso y se animara a criticar lo que nadie criticaba.

Lo que pasa es que ya no estamos en 1933, y yo lo veo con otros ojos. No me gusta, no soporto, no me parece justa la crítica destructiva y sin algo absolutamente fundamental: la propuesta.

Si yo digo que los almaceneros son todos estafadores, tengo que proponer una forma de terminar con esas estafas. Si digo que el oficio de arreglar muñecas es una tontería inútil, tengo que fundamentar por qué es mejor comprar muñecas nuevas, o dejarlas rotas.

Y, por otra parte, ningún contexto le justifica a Arlt el texto "El bizco enamorado", una canchereada machista y torpe que le quita, aunque ya esté muerto, parte de mi respeto.

Conclusión: no lo lean.