23 de octubre de 2016

España (1440-1492)

Mapa del año 1480
Resumen de lo publicado. Luego de la etapa de dominio romano, en el siglo V tomaron el poder los visigodos. En el año 711, el Imperio Musulmán conquistó la mayor parte de España, excepto las montañas del noreste, donde se refugiaron los cristianos. Luego de casi un siglo de resistencia, los cristianos formaron los primeros reinos españoles: Navarra, Asturias, Castilla y Aragón. Al gobierno musulmán en España se le llamó emirato o califato, y la capital era Córdoba. En el siglo XI, el califato de Córdoba se había fracturado y se formaron "taifas" (pequeños reinos) independientes. La más poderosa fue la de Sevilla. Tras la desaparición del califato, intervinieron en España tres pueblos de África: almorávides, almohades y benimerines. Los almorávides unificaron la parte de España que había sido dominada por los musulmanes, pero su imperio rápidamente se fraccionó. Los almohades se extinguieron en el siglo XIII, época de grandes conquistas para los reinos españoles, que a partir de la batalla de las Navas de Tolosa (1212) terminaron con el dominio musulmán. Fernando III de Castilla (1217-1252) incorporó Córdoba, Sevilla y Murcia a los dominios cristianos, dejando a los musulmanes en Granada. El poder de los reyes se reducía por las riquezas que ofrecían a los caballeros del ejército por su participación en las guerras. En algunas ciudades existía una gran actividad mercantil, y allí fue formándose una clase social de comerciantes (la burguesía) que comenzaban con pequeñas riquezas pero acumulaban posesiones hasta conseguir mucho poder, al punto que podían prestar dinero que luego debía ser devuelto con intereses. Hacia mediados del siglo XIII se produjo una división político-territorial que fue llamada la España de los cinco reinos: Reino de Portugal, Reino de Navarra, Corona de Castilla, Corona de Aragón y Emirato de Granada. Existió un clima de cierto "bienestar", en el que aumentó la población y hubo mayor estabilidad política, hasta el siglo XIV, cuando Europa sufrió una gran hambruna y la peste negra, que mató a un tercio de su población. Para sostener los gastos administrativos, los reyes aumentaron el valor de los impuestos, lo que generó protestas de campesinos. El período acontecido entre los años 723 y 1400 es conocido como "la reconquista española". ¿Por qué? Porque las tierras que ocupaba el pueblo visigodo habían sido conquistadas por musulmanes; y luego distintos reinos (que conformarían España) "reconquistaron" esos territorios. En el año 1328, la península seguía dividida en cinco pueblos: Portugal, Castilla, Aragón, Navarra y Granada. Castilla no atacaba Granada, único emirato musulmán, por los beneficios que obtenía en las relaciones comerciales; el dinero ya valía más que la religión. Alfonso III (1285-1291) fue capaz de ayudar al sultán de los mamelucos de Egipto ante una invasión de cristianos a cambio de riquezas. Pedro IV (rey de Aragón en 1336-1387) consiguió la corona de Sicilia, acrecentando el poder aragonés. A mediados del siglo XV, la península ibérica se convertiría en la región más poderosa de Europa.

¿Cómo sigue la historia? Entre 1462 y 1472 estalló la Guerra Civil Catalana, a causa de la lucha entre la alta y la baja burguesía de Barcelona; y las protestas de los campesinos hambrientos. El debilitamiento de Barcelona y Cataluña benefició a Valencia, que se convirtió en la principal ciudad de España gracias a su puerto. Aragón, sin salida al mar, vio limitado su desarrollo.

El antisemitismo (odio y violencia contra los judíos) había explotado en la revuelta antijudía de 1391, pero luego los enfrentamientos religiosos se extendieron a la lucha entre "cristianos viejos" y "cristianos nuevos". De esos estúpidos enfrentamientos se aprovechó la Iglesia para crear la Inquisición española (en 1478), ejército destinado a asesinar a quienes pensaran diferente.

En 1479, con la subida al trono de Fernando el Católico, rey de Aragón y también de Castilla por su matrimonio con Isabel la Católica, las tensiones sociales se redujeron.

Fernando e Isabel consiguieron, por la fuerza, unificar a los reinos españoles. Aragón y Castilla ya eran parte del Imperio Español, que crecería brutalmente en tamaño a partir de 1492, cuando el navegante Cristóbal Colón llegaría a las costas de América, tierra desconocida por los españoles. Comenzaría entonces uno de los más terribles genocidios de la historia universal: criminales, mercenarios y soldados españoles comenzarían a viajar en barco hacia América para saquear sus recursos naturales, violar a sus mujeres y asesinar a sus hombres.

Los últimos reinos mantuvieron su independencia algunos años más, uno hasta la Guerra de Granada (1482-1492) y el otro, Navarra, hasta 1512.

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