4 de julio de 2015

Inglaterra (829-1035)

Estatua de Alfredo el Grande.
Resumen de lo publicado. La actual Inglaterra fue habitada hace unos 2000 años por los celtas. Alrededor del año 300 a.C., ocuparon ese territorio los britanos, por lo que la región recibió el nombre de Britania. En el siglo I, el Imperio Romano dominó Britania. Cuando se retiraron las tropas romanas (siglo V), distintos pueblos que provenían de zonas más frías dividieron el territorio en siete, período que se conoce como la "heptarquía anglosajona". En el siglo VII, el reino de Mercia era el más poderoso. A finales del siglo VIII, los siete reinos habían quedado reducidos a tres: Mercia, Wessex y Northumbria. Wessex, que incorporó a Sussex, se convirtió en el más poderoso, especialmente durante el reinado de Egberto (802-829).

¿Cómo sigue la historia? En el año 810, los vikingos daneses comenzaron a dirigir sus viajes, en los que llegaban a través del mar y saqueaban pueblos, hacia tierras de Inglaterra. Ya en el año 866, se apoderaron de los reinos de Northumbria y Mercia, y saquearon repetidamente la ciudad de Londres. Así comenzó la lucha entre vikingos (también llamados normandos) y sajones (quienes vivían hasta ese momento en Inglaterra). Wessex fue el único de los reinos que mantuvo su independencia y enfrentó a los normandos.

El rey anglosajón Alfredo el Grande (871-899) derrotó a los normandos en la importantísima batalla de Ethanburt (878), pero no consiguió expulsarlos. A partir de entonces, los normandos renunciaron a nuevas conquistas, adoptaron el cristianismo y decidieron consolidar su dominio en el este de Gran Bretaña, formando un territorio con lengua y leyes propias llamado "Danelaw".

Los sucesores de Alfredo el Grande (Eduardo, Athelstan, Edmundo y Edgardo) poco a poco, fueron invadiendo y recuperando territorios del Danelaw. Además, expandieron su dominio por Escocia y Gales.

En su esfuerzo por diferenciarse de los romanos y los francos, los reyes de Wessex privilegiaron su propio lenguaje, el inglés, para evitar el tradicional latín.

A inicios del siglo XI, las tropas danesas, al mando de Sven Barba de Horquilla, arrasaron el reino de Wessex, que pasó a ser una provincia de Dinamarca, que era gobernada por Canuto el Grande (995-1035). La dominación danesa continuó durante medio siglo, hasta que el trono de Wessex fue asumido por Eduardo III.

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